Marketing más allá de la publicidad
El marketing es parte de nuestra vida cotidiana, aunque muchas personas piensan en comerciales o redes sociales al escuchar la palabra “marketing”, lo cierto es que va mucho más allá. El marketing no es solo vender; es comprender, conectar y aportar valor. Es una herramienta que, bien utilizada, transforma ideas en soluciones reales para las personas.
Desde que decidimos qué cereal comprar hasta cuando elegimos una clínica, un banco o una marca de ropa, el marketing está presente. Y detrás de esas elecciones, hay profesionales que estudian profundamente el comportamiento humano, la competencia, las tendencias y los canales de comunicación más adecuados.

1. Conociendo al consumidor: El alma del Marketing
Si el marketing fuera una persona, su principal habilidad sería escuchar. Antes de lanzar cualquier campaña, producto o servicio, las marcas necesitan entender profundamente a su público.
- ¿Qué desean?
- ¿Qué los motiva?
- ¿Cómo toman decisiones?
Este análisis es lo que se llama comportamiento del consumidor, y abarca desde aspectos racionales (como el precio o la calidad) hasta factores emocionales, culturales y sociales. También se estudian patrones de consumo, tendencias, gustos, costumbres, edades, estilos de vida, entre muchos otros elementos.
📌 Ejemplo: Si una empresa de bebidas descubre que su público busca opciones más saludables, podría lanzar una línea baja en azúcar o con ingredientes naturales. Pero esa decisión parte de escuchar primero.
2. Investigación de mercados: Tomando decisiones con datos no con supocisiones
La investigación de mercados es la brújula que guía a las empresas. ¿Por qué? Porque permite basar las decisiones en datos reales, no en intuiciones. Esta disciplina recopila, analiza e interpreta información sobre:
- Los consumidores (gustos, opiniones, necesidades)
- La competencia
- Las tendencias del mercado
- Oportunidades o riesgos
Tipos de investigación:
Cualitativa: se basa en la exploración. Se hacen entrevistas o grupos focales para conocer emociones, percepciones o ideas.
Cuantitativa: usa datos estadísticos, encuestas masivas, gráficos. Ideal para medir el “cuánto”.
📌 Dato: Esta investigación puede realizarse antes de lanzar un producto (para saber si funcionará), durante (para evaluar cómo va), o después (para mejorar)
3. Publicidad: La voz de la marca
Una vez que conocemos a nuestro público y tenemos un producto, es hora de comunicarlo. Y ahí entra la publicidad, que es mucho más que colocar un anuncio. Es una forma de conectar emocionalmente con las personas, contar una historia y posicionarse en su mente.
Tipos de publicidad tradicional: TV, radio y prensa: siguen siendo relevantes, sobre todo para audiencias mayores.
Vía pública: Carteles, mobiliario urbano.
BTL (Below the Line): acciones no masivas, como degustaciones, eventos o promociones en puntos de venta.
📌 Ejemplo: ¿Recuerdas esa publicidad que te hizo reír, llorar o pensar? Esa es la magia de una campaña bien hecha. Lo importante es que el mensaje sea claro, memorable y coherente con los valores de la marca.
4. Branding: Cuando una marca tiene alma
¿Alguna vez elegiste una marca solo porque te identificas con lo que representa? Eso es el resultado de un buen branding, que es mucho más que un logo bonito. Se trata de construir una identidad, una personalidad y unos valores que conecten con la gente.
El branding responde preguntas como:
- ¿Qué representa esta marca?
- ¿Qué sensaciones genera?
- ¿Cómo se diferencia de las demás?
📌 Ejemplo: Apple no vende solo tecnología, vende innovación y estilo de vida. Y eso lo logra gracias a años de branding coherente.
5. Las 4P del marketing tradicional: Los pilares basicos
Este modelo, propuesto por Philip Kotler, sigue siendo la base del marketing tradicional y es perfecto para organizar una estrategia integral. Las 4P son:
Producto: es lo que ofreces. Debe responder a una necesidad real y tener características que lo hagan valioso.
Precio: debe estar alineado al valor percibido por el consumidor y a lo que ofrece la competencia.
Plaza (distribución): se refiere a cómo y dónde se vende. Puede ser en tiendas físicas, con distribuidores, en ferias, etc.
Promoción: cómo das a conocer tu producto. Incluye publicidad, promociones, relaciones públicas, etc.
📌 Ejemplo: si vendes café artesanal, podrías venderlo en cafeterías boutique (plaza), a un precio premium (precio), con una presentación elegante (producto) y con degustaciones en ferias locales (promoción).
Tipos de marketing: Un enfoque para cada elemento
El marketing no es único ni estático. Existen múltiples ramas que se adaptan según lo que la empresa quiere lograr:
Marketing estratégico:
Es el que define a largo plazo el rumbo de una marca. Analiza el entorno, segmenta el mercado, elige al público objetivo y traza un posicionamiento claro.
Marketing operativo:
Es el que pone en práctica todo lo anterior. Implica campañas, lanzamientos, promociones y acciones diarias para atraer y mantener clientes.
Marketing relacional:
Aquí el objetivo no es solo vender una vez, sino crear relaciones duraderas. Se trabaja mucho en la fidelización, el servicio al cliente y la personalización.
Marketing social:
Este aplica técnicas de marketing con un objetivo social o educativo, como campañas sobre salud, reciclaje, seguridad vial, etc.
Marketing industrial:
Cuando la empresa le vende a otras empresas, no al consumidor final. Así como un proveedor de maquinaria que vende a fábricas.
Marketing de servicios:
Se aplica cuando lo que se ofrece es algo intangible, como un servicio médico, una asesoría, un curso o un hotel.
Marketing con proposito
El marketing, cuando se hace bien, no solo impulsa negocios. Crea conexiones, aporta valor y mejora la vida de las personas. No se trata solo de vender más, sino de entender mejor, comunicar con sentido y construir relaciones genuinas con los consumidores.